jueves, 8 de abril de 2021

La REDH Argentina rechaza categóricamente la visita del almirante estadounidense Craig Faller, comandante del USSOUTHCOM

    

La visita oficial que hoy inicia en nuestro país el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur del ejército de los EEUU, es motivo de un total y categórico rechazo por parte del capítulo Argentina de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad.

El carácter neocolonial de esta visita maquillada de “humanitaria” y complementada con dádivas de suministros para la pandemia de COVID-19 no puede ocultar su naturaleza orgánica injerencista.


La propia existencia del Comando Sur, equivale a un despliegue de fuerzas de ocupación y vigilancia en la totalidad de nuestro hemisferio y constituye en sí misma una actitud de innegable carácter colonial, por fuera de toda legalidad internacional y peligrosa para la autonomía de nuestras naciones y el feliz desarrollo de nuestras sociedades. Por ejemplo, hace menos de dos meses, nuestro gobierno expresó su grave preocupación por un submarino de EEUU que estuvo operando en el Atlántico Sur con apoyo británico.

Esta visita del almirante Faller debe verse como una rémora nefasta de la política exterior de Mauricio Macri, quien traicionó a la patria y a principios constitucionales al firmar el desmalvinizador Acuerdo Foradori/Duncan, al abandonar la defensa nuestro territorio insular y marítimo y avanzar en los proyectos de instalación en nuestro territorio de bases pseudo científicas funcionales a la presencia de la OTAN en la región para control del Atlántico Sur, con los ojos puestos en la Antártida.
Personaje reconocido por su intervención en las recientes guerras de dominación, entusiasta promotor de bloqueos y sanciones ilegales a naciones hermanas, pretende con la imposición de su visita, legitimar políticas que nuestros países latinoamericanos y caribeños desterraron mancomunadamente al declarar a nuestra región como ZONA DE PAZ.

Su presencia no es grata al pueblo argentino, que rechaza enfáticamente las políticas criminales sobre los pueblos y abraza los principios de la autodeterminación, la no injerencia y la solidaridad como único camino de garantizar paz y desarrollo con justicia social.

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