jueves, 21 de enero de 2016

Amnistía Internacional exigió la “inmediata liberación” de Milagro Sala

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A través de un comunicado, Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional (AI) Argentina, denunció que “estamos frente a un claro intento de criminalizar las prácticas relacionadas con el ejercicio del derecho a la protesta y a la libertad de expresión”. AI junto a los organismos de derechos humanos CELS y ANDHES solicitaron ante la CIDH medidas cautelares que garanticen la libertad de Sala y otros tres militantes acusados.

“Milagro Sala ha sido acusada de liderar la ocupación de lugares públicos, restringiendo la circulación de vehículos; y de no respetar el plan de regularización de cooperativas decretado por el gobierno provincial, a pesar de no ser autoridad formal de ninguna de ellas”, se indicó en el comunicado.
A través de una “acción urgente”, la organización solicitó que se garantice la integridad física de Sala, se ordene su inmediata liberación y se ponga fin a la persecución de la dirigente y las organizaciones sociales.
Mediante un comunicado, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), informó que mediante una acción conjunta con Amnistía Internacional y Abogados y Abogadas del Noroeste Argentino en Derechos Humanos y Estudios Sociales (ANDHES) se realizó una solicitud a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que libre medidas cautelares que garanticen “la libertad de Milagro Sala y el ejercicio de la libertad de expresión y del derecho a la protesta social en Jujuy”.
El pedido se hizo extensivo a los integrantes de la Red de Organizaciones Sociales de Jujuy (ROS) Germán Noro, Emilio Cayo Rocabado y Alberto Esteban, sobre quienes también pesan causas judiciales, aunque la justicia jujeña sólo decidió ordenar y sostener la detención de Sala.
El CELS denunció que los referentes de la Tupac Amaru y la Red de Organizaciones Sociales de Jujuy “han sido víctimas de hostigamiento y persecución penal en el marco de una protesta social de sectores populares en esa provincia” y resaltó que el “accionar incluyó la detención arbitraria de Milagro Sala”.
En ese sentido, el organismo subrayó que “el gobierno provincial y la justicia jujeña están utilizando dos figuras penales para criminalizar la protesta con imputaciones vagas” y aclaró que “en un proceso penal por estos delitos y con estas características no corresponde que la persona acusada sea privada de su libertad en forma preventiva”.
Además, el CELS advirtió que “su detención está siendo utilizada de manera extorsiva para limitar el derecho a la protesta y a la libertad de expresión de las organizaciones sociales, violando derechos reconocidos en la Constitución Nacional y los tratados internacionales de derechos humanos a los que, vale resaltar, la Argentina se encuentra obligada”.
“La privación arbitraria de la libertad como respuesta a la protesta social implica un daño irreparable para las personas directamente involucradas y también tiene efectos intimidatorios para el conjunto de la comunidad”, sentenció el organismo.
En la presentación realizada a la CIDH, las organizaciones señalan “la gravedad manifiesta en el inicio de una persecución penal con exclusivo sustento en el desarrollo de una protesta” y afirman que “se concreta así un impacto arrollador sobre el ejercicio de la libertad de expresión”. Y denuncian que “las medidas judiciales impulsadas por el poder ejecutivo de la provincia de Jujuy procuran desarticular la manifestación y amedrentar a sus participantes”.

domingo, 17 de enero de 2016

Milagro Sala - La otra parte de la historia

Página/12 - 16/01/2016
Por Sandra Russo
¿Quiénes somos, compañeros? –le pregunta Milagro a la multitud desde un pequeño escenario. Los que la escuchan son cabecitas negras en el más literal sentido de la expresión. Son los cabecitas negras y ojos quechuas de lo que entonces, cuando ese acto fue filmado, era un territorio de los que diez años antes, en los ‘90, habían sido declarados territorios inviables por las políticas neoliberales de Menem y Cavallo. El documental Milagro en Jujuy es de principios de la década pasada, y fue dirigido, las vueltas de la vida, por quien acaba de ser nombrado al frente de Canal 7, Miguel Pereira, director, antes, de La deuda interna. Por ese entonces, mientras este país estallaba, en Jujuy había una organización que ya tenía diez años de vida, y de vida agitada, convulsionada, de pelea y lucha permanente. Desde el primer día Milagro había estado al frente.
–¿Quiénes somos, compañeros? –grita ella.
–¡Tupac Amaru! –le contesta la multitud.
–¿Quiénes somos, compañeros? –vuelve a preguntar ella a las largas columnas profusamente embanderadas de blanco que colmaban el centro de San Salvador.
–¡Tupac Amaru! –vuelve a gritar la multitud.
–¿Qué queremos, compañeros? –sigue Milagro su rito entre los suyos.
–¡Trabajo, educación, salud! ¡Trabajo, educación, salud! –se escucha el bramido popular desde la plaza.
Había visto el documental de Pereira, pero él fue muy gentil al cederme el material en crudo para que yo pudiera observar más. Fue en 2009, cuando comencé el trabajo que me llevó varias veces a Jujuy para escribir un libro sobre la historia de la Tupac Amaru (Milagro Sala, Jallalla), una organización enorme que a pesar de que ya tenía una larga historia, había crecido en silencio, ignorada, no reflejada en los medios de comunicación. Necesitaba rastrear ese tipo de materiales, de los que había muy pocos, porque Milagro casi no hablaba. Poco antes había llegado hasta su casa de Cuyaya, la misma donde ayer la detuvieron, creyendo que me encontraría con una dirigente dispuesta a narrar los hechos que la habían colocado en ese lugar, al frente de esa organización, pero no.
Esa tarde Milagro no bajaba. Tomábamos mate, y más mate y más mate con su marido Raúl y algunos compañeros, y ella no aparecía. Cuando ya era evidente que algo pasaba, vino ella y me encaró. “Si querés hacé el libro. Andá, mirá, conversá con el que quieras. Pero yo no quiero hablar. No soy mediática”, me dijo. En uno de los viajes posteriores finalmente me dedicó una hora de grabación, pero eso fue todo. Así que el material en crudo de Pereira me permitió ver escenas del pasado, cuando la organización recién se consolidaba, y cuando miles y miles de jujeños de los bolsones de pobreza más duros del país ya empezaban a darle forma a lo que Milagro los empujaba: la organización social.
Todo vuelve, todo es circular, todo es espeso. Aquel libro surgió después de una denuncia contra Milagro del entonces senador radical Gerardo Morales, el gobernador que ahora prohíbe por decreto la protesta. En ese momento estas cartas ya estaban echadas: Morales denuncia a Milagro por crear un “estado paralelo”. Justamente él, un miembro del gobierno de la Alianza, uno de los promotores del Estado ausente para los pobres.
Todo vuelve, todo es circular: el núcleo original de la Tupac Amaru, empezando por la propia Milagro y los primeros que pusieron en marcha la organización, habían sido empleados públicos a los que los ajustes neoliberales habían dejado en la calle. Esos ex miembros de ATE se habían quedado sueltos y solos. A principios de los ‘90 el hambre corroía sus estómagos. Nadie se movía del barrio porque al centro de la ciudad no tenían ni cómo ir, ni a qué. La pobreza profunda había quedado escondida, y una de las irreverencias de Milagro fue exponerla, mostrarla, organizarla, darle cauce, en un movimiento solitario durante muchos años en los que en este país había una grieta, pero los que estaban del lado oscuro eran invisibles.
Milagro pudo tener otro destino, porque fue abandonada por su madre y adoptada por una familia de clase media. Tenía padre, madre y hermanos. Pero no pudo soportar que le hubiesen ocultado su origen, y cuando se enteró, adolescente de catorce años, se fue de esa casa a vivir en los barrios. La primera noche cuando se fue de su casa la pasó durmiendo en una camilla en el Hospital Pablo Soria, que era donde la habían abandonado.
Pasó unos años en la calle. Se juntó con pibes que vendían cocaína. La metieron presa junto con ellos, ocho meses, aunque después terminó absuelta. A lo largo de todos esos años se endureció, pero por un trasfondo personal más profundo que el político. Tenía la herida abierta de la mentira de su madre adoptiva, que le había inculcado que no está bien mentir. Incluso después de ser ella misma madre, cuando se ganaba la vida vendiendo cañitas voladoras en un puesto callejero, en las fiestas, se encerraba a llorar por esa herida. Se preguntaba siempre lo mismo: “¿Quién soy yo, de dónde vengo, por qué no conozco a mi mamá?”. Lloraba unas horas, y después volvía a salir, a veces a lustrar zapatos en la estación de micros, otras veces a vender helados.
Después consiguió trabajo en la administración pública, y todavía muy joven fue delegada de ATE. Jujuy ya ardía. El luchador social conocido en esos años era el Perro Santillán, que representaba a los municipales. La provincia fue un laboratorio del ajuste, una prueba de cuánto un pueblo era capaz de soportar. La conflictividad social iba en constante aumento. La pobreza allí era estructural, pero en ese momento se abrió una nueva grieta y por ella caían miles y miles diariamente en la indigencia. El desempleo había trepado en diez años del 5,8 al 16,4 por ciento. La subocupación arreciaba. Los niños se desnutrían.
Peronista desde su infancia, Milagro reencontró a Nando Acosta, un dirigente histórico de ATE que le consiguió trabajo y del que nunca se separó. Se conocían de antes, pero él militaba en una unidad básica del centro, y Milagro en una de un asentamiento. Y entonces, cuando el ajuste ya escupía indigencia a destajo y la política estaba envenenada de bipartidismo tramposo, una noche discutiendo con Nando en el local de ATE qué se podía hacer, resolvieron que él se iba a quedar en el sindicato y que ella iba a volver a los asentamientos, pero para organizar. “La ventaja era que la vagancia ya me conocía, y que me respetaba”, dice ella. En esa decisión estaba el embrión de la Tupac Amaru, que en los primeros años Milagro piloteó en esos barrios con los pibes que tenían como ella antecedentes penales. Ella sabía lo que era eso, sabía que daba vergüenza y que muchas veces esa vergüenza se volvía complejo y furia. Ninguno de esos pibes, y con algunos he hablado, esperaba que alguna vez llegara alguien a convocarlos para organizar copas de leche para los chicos del barrio.
No había un peso, así que los largos años en los que la Tupac Amaru fue desarrollándose como una organización barrial cuya principal actividad era organizar y coordinar las copas de leche para los niños de los bolsones de pobreza más duros de Jujuy, todo se hacía con pequeñas donaciones de los vecinos. No recibían donaciones como las que uno puede ver ahora que se acumulan en las catástrofes, porque el hambre de los niños en este país estuvo durante décadas naturalizado, y no se lo consideraba una catástrofe. Eran tarritos de azúcar, puñados de yerba para hacer el mate cosido, grasa o harina para los bizcochos.
Recién después llegaron los centros comunitarios, donde instalaban roperos para que los desarrapados tuvieran qué ponerse sobre el cuero duro de sus cuerpos. Peleaban por los planes que entonces sí eran indefectiblemente manejados por los punteros radicales. Peleaban por las bolsas de comida, que después se abrían en sus propios centros para distribuirlos. Y no alcanzaba nada. Los niños que habían alimentado al principio ya habían crecido y querían trabajo. No había. Los que la acusan del “Estado paralelo” no se habían olvidado de ellos: los habían contemplado así, hundidos, sometidos, como parte de la normalidad de la provincia. Para ese entonces Milagro ya había aprendido política con Germán Abdala, ya tenía en mente las cooperativas, pero pasó todavía más tiempo atendiendo urgencias hasta que un gobierno popular hizo posible el crecimiento de sus barrios, con sus casitas pintadas del color de los cerros. Hizo posible la creación de sus centros sanitarios. En uno de ellos instalaron el primer tomógrafo de la provincia. Hizo posible la creación de sus escuelas, donde desde el principio una de sus materias fue “Autoestima”.
No van a poder con ella. Milagro es fuerte, ha peleado toda su vida contra distintas adversidades, y siempre, por mujer, por colla, por negra, por pobre, por atrevida, la han repelido. Los que la van a defender son los que han crecido sanos y nutridos, instruidos y preparados, los que han nadado en las innumerables piletas que, como una fijación, Milagro ha multiplicado por todas partes. Ella les ha enseñado a nadar en la adversidad, y si hoy los juntara a todos, a los miles y miles que han tenido una vida digna gracias a su lucha colectiva, y les preguntara qué quieren, ellos contestarían lo que cualquier pobre del mundo: salud, trabajo, educación.
Sandra Russo investigó y escribió un libro sobre La Tupac Amaru.

Milagro Sala

Jallalla. La Tupac Amaru, utopía en construcción.

Por Sandra Russo 

AUNA con Milagros Sala

AUNA-Argentina, Asociación por la Unidad de Nuestra América, expresa su repudio a la actitud represiva, del gobierno de la provincia de Jujuy, contra el movimiento popular Tupac Amaru y su dirigente, la combativa Milagro Sala, diputada al Parlasur, que se ha declarado valientemente en huelga de hambre, poniendo en peligro su vida.
Exigimos la liberación inmediata de Milagro y el respeto a nuestros pueblos originarios.

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Para tener más información sobre la Cooperativa Tupac Amaru:

.-   La Tupac Amaru 

.-  Reportaje en CN23 (del 29/08/2012):


.-  Historias Debidas (de Canal Encuentro): Video http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=100610





Argentina - En Jujuy CAMBIARON el consenso por la cárcel

Milagro Sala es diputada por el ParlaSur.
Foto sacado de Tiempo Argentino - Ultima foto de Milagro internacional fue con el Papa Francisco
Por Ailín Bullentini

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-290516-2016-01-17.html

La denuncia fue realizada por el gobernador Gerardo Morales. La acusa de “instigación al delito y tumulto” y “alzamiento en contra de leyes gubernamentales”. La Tupac Amaru está haciendo un acampe para pedirle al gobernador que los reciba.


Por una denuncia del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, en contra de una manifestación de organizaciones sociales sostenida durante un mes frente al edificio en donde funciona el Poder Ejecutivo de esa provincia, fue detenida ayer la dirigente social Milagro Sala. La orden provino del juez de feria Raúl Gutiérrez y la ejecutó personalmente el ministro de Seguridad provincial. Gutiérrez imputó a Sala por “instigación al delito y tumulto en concurso real”. “Alzamiento en contra de leyes gubernamentales”, añadió Mariano Miranda, el abogado del estado provincial que denunció a la dirigente social por el acampe que la Tupac Amaru y otros colectivos desarrollan en la plaza central de la capital jujeña para reclamarle a Morales que les conceda una entrevista. “Mientras se mantenga la comisión del delito, es decir el acampe, se mantendrá la detención”, afirmó Miranda. La Tupac aseguró que Sala es “una perseguida política” y su detención “una tremenda violación a los derechos sociales, civiles y políticos de los cooperativistas y una clara manifestación de odio”. La líder de la Tupac, que es diputada del Parlasur,inició una huelga de hambre y recibió muestras de solidaridad de dirigentes políticos, organismos de derechos humanos y del bloque Progresista del Parlasur, que incluye legisladores de todos los países del bloque regional.

jueves, 7 de enero de 2016

Cuba - Hace 57 años

Por Contralmirante ® José Luis Cuza Téllez de Girón*
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La Dictadura no pudo resistir el empuje de un pueblo en revolución. La Libertad había sido conquistada.
Esa noche el parque Carlos Manuel de Céspedes se llenó de un pueblo libre, que en delirante júbilo deseaba ver y escuchar las palabras del máximo héroe de la triunfante Revolución, del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quién en vibrantes palabras expresó:
“¡Al fin hemos llegado a Santiago de Cuba! Duro y largo ha sido el camino, pero hemos llegado.
(….) Esta vez no se frustrará la Revolución.
(….) La República no fue libre en el 95 y el sueño de los mambises se frustró a última hora; la Revolución no se realizó en el 33 y fue frustrada por los enemigos de ella. ¡Esta vez la Revolución tiene al pueblo entero, tiene a todos los revolucionarios, tiene a los militares honorables; es tan grande y tan incontenible su fuerza que esta vez el triunfo está asegurado! Podemos decir con júbilo que en los cuatro siglos de fundada nuestra nación, por primera vez seremos enteramente libres y la obra de los mambises se cumplirá”.

Más de 600 muertos le había costado a Santiago de Cuba los casi siete años de dictadura… Pero nada pudo impedir que triunfara en Cuba la libertad, la independencia y la justicia. ¡Gloria eterna a los héroes y mártires de la patria!