Alberto Mas, corresponsal de Cubainformación en Buenos Aires.
El 25 de mayo de 1810, el pueblo de las Provincias Unidas del Rio de La Plata, en un Cabildo Abierto destituye al virrey español Baltasar Hidalgo de Cisneros y lo reemplaza por la Primera Junta de gobierno, iniciando el proceso de independencia de la colonia española en el cono sur americano. Hoy a 208 años de esas efemérides más de un millón de patriotas se plantaron en un nuevo cabildo abierto a las políticas neoliberales del gobierno macrista y su política entreguista a los designios de poder imperial radicado en Washington y a los acuerdos en trámite con el FMI.
Ante la convocatoria de cientos de organizaciones sociales, políticas, culturales, estudiantiles y sindicales, bajo el lema “La Patria está en peligro”, un millón y medio de personas se concentraron en la céntrica avenida 9 de Julio en el obelisco porteño y en distintas ciudades del interior de la Argentina, rechazando las políticas entreguistas y represivas del gobierno del liberal y pro-yanqui Mauricio Macri y su equipo de CEOs multinacionales.
La gran concentración popular contrastó con los actos oficiales, el presidente caminó con todo su gabinete desde la casa de gobierno hasta la catedral donde participaría en el tradicional tedeum, cruzando por una solitaria Plaza de Mayo, rodeada de policías y vallada totalmente, para que no pudiera ingresar, ni siquiera el núcleo duro que apoya a éste vendepatria, mostrando un pánico a la posibles reacciones de repudio que ya sufriera en otras oportunidades. Patética la figura presidencial saludando a nadie al retirarse de la catedral.
Es digno de destacar la transversalidad generacional y la diversidad de orígenes sociales y territoriales de los concurrentes al acto en el obelisco, que superaron ampliamente a las estructuras orgánicas, mostrándonos que éste pueblo está en la búsqueda de la construcción del nuevo sujeto social que permita encarar un proyecto político superador, integrador e independiente, no en balde una de las consignas más coreadas fue “Patria Si, colonia No”
La lectura de un documento conjunto, conciliando las distintas posiciones de las organizaciones opositoras, luego de horas donde actuaron diversos grupos de artistas populares y se cantaban consignas contra los acuerdos con el FMI, reclamaban la libertad de los presos políticos como la de la luchadora social Milagro Sala y repudiaban la represión de las fuerzas de seguridad que desaparecieron y luego plantaron muerto al artesano Santiago Maldonado y también asesinaron en otro acto represivo al joven mapuche Rafael Nahuel.
Las coincidencias arribadas por las diversas organizaciones convocantes permitieron esta respuesta callejera, no podemos describir como un programa de gobierno el texto del documento final, pero si una demostración de lo que esta sociedad no quiere vivir, y se expresa cabalmente en el último párrafo al afirmar:
“Somos un pueblo digno, con mucha memoria y sabemos de qué se trata todo esto que padecemos: el colonialismo neoliberal sólo puede ofrecernos un destino miserable para las mayorías populares. Por eso nos enfrentamos al gobierno de Mauricio Macri, por el camino de la democracia, en las calles y lo haremos también en las urnas. En ese camino, y con estas reivindicaciones y desde estos principios, nos disponemos a forjar la unidad necesaria para construir definitivamente la Patria que soñamos.”
Hoy apareció el concepto de “unidad” concretamente, en la expresión del documento leído, pero significativamente también en la participación popular ganando la calle, reclamo de las bases militantes de las organizaciones y fundamentalmente de quienes no se sienten representados por las dirigencias actuales y donde cada vez más se comprende que sin unidad no hay futuro, y que la resistencia y la construcción política se hará con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes, porque ante éste proceso recolonizador continental y con un verdadero plan contrainsurgente impulsado desde los EE.UU., se deben dejar de lado todas las diferencias coyunturales y buscar decididamente los acuerdos estratégicos, recordando la frase de nuestro Padre de la Patria, José de San Martín, "Cuando la patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla", y hoy este gobierno entreguista, anti-latinoamericano, cipayo, está decidido a realizar los cambios estructurales del sistema productivo para que las corporaciones y el imperio se apoderen del territorio (Lewis y Benetton son un ejemplo), de las riquezas del subsuelo y de las producciones de la tierra (Argentina produce alimentos para 400 millones de personas).
Este plan solo se puede enfrentar con un proyecto nacional, popular y revolucionario, basado en la unidad del campo popular, hoy 25 de mayo, a 208 años del grito de libertad, esta unidad está dando sus primeros pasos para concretarse.
Prensa Latina
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