Correo del Alba - 23/06/2021
Por Nahir González
Daniel Jadue, recién electo alcalde, por tercer período consecutivo, de la comuna de Recoleta en Santiago de Chile con un 65% de votación, hace un año nos compartió un tiempo de su apretada agenda para conversar no solo de la gestión edilicia, que lo ha posicionado como una de las más probas y exitosas del país austral, sino de la posibilidad de una eventual candidatura presidencial y cuáles serían las opciones luego de cerrar el capítulo como alcalde, en dicha ocasión su respuesta fue: “Esa es una decisión que tomará el pueblo de Chile.
El pueblo junto con el Partido Comunista sabrán mostrarme a tiempo cuál es el camino y el lugar que debo tomar en el futuro. No existen proyectos personales… no para nosotros”.Hoy estamos en una realidad distinta, la izquierda ha desplazado en las recientes elecciones al proyecto de la derecha y la exNueva Mayoría y tenemos dos candidatos que se verán las caras en unas primarias en las que la población decidirá quién los representará en las presidenciales del próximo 21 de noviembre, uno de ellos es precisamente Jadue.Eres el primer candidato comunista para unas presidenciales históricas, porque coinciden con la elaboración de una nueva Constitución para tu país. ¿Crees que con los triunfos aplastantes en el Plebiscito y las recientes constituyentes los candidatos de la izquierda tengan oportunidad real de ganar las elecciones?
Efectivamente creo que no solo el triunfo aplastante del Plebiscito, sino que la sucesión de cambios y terremotos en el sistema de partidos políticos, hoy día hacen absolutamente viable que un candidato de izquierda, de esa izquierda tradicional transformadora y completamente antineoliberal puede ganar las elecciones de este país.
¿Cómo es el proceso para participar de las primarias, debes separarte del cargo público por el que acabas de ser electo?
Solo debo pedir permiso, sin goce de sueldo, para el mes de la campaña para la primaria, que es precisamente el mes anterior al 18 de julio.
¿Cuántos partidos políticos son parte de la oposición en Chile actualmente?
Hoy en Chile hay dos oposiciones, una oposición al Gobierno y al modelo, y otra que es oposición solo al Gobierno y no al modelo; entre ambas hay un conjunto de casi 12 partidos políticos, más algunas agrupaciones menores.
¿Cómo te ves posicionado de cara a las primarias contra Gabriel Boric, el candidato del Frente Amplio (FA)?
Gabriel y yo tenemos dos cualidades completamente distintas, él es parlamentario y yo soy alcalde; él está en la discusión y yo en la gestión.
Creo que como nosotros hemos llegado a donde estamos por lo que hemos hecho, no por lo que decimos que vayamos a hacer, siento que estamos muy bien posicionados para un buen debate en este tema.
¿En caso de no ganar las primarias cuál sería el candidato que apoyaría el PC?
Ahí hay solo dos posibilidades: el candidato del PC soy yo a las primarias y, de no ganar, triunfaría Boric, por lo tanto este sería nuestro candidato a la primera vuelta presidencial.
“Hoy en Chile hay dos oposiciones, una oposición al Gobierno y al modelo, y otra que es oposición solo al Gobierno y no al modelo”
¿Cuáles son las fortalezas y debilidades del PC y el FA?
La fortaleza de ambos partidos es que han estado contra este modelo y siempre han pretendido su superación. Además, dentro del sistema de partidos son los que menos han sufrido la debacle y el desprestigio de los partidos políticos.
En el caso del FA quizá tenga una debilidad como es haber participado del acuerdo del 15 noviembre, de espalda a la ciudadanía (sin haber consultado a los actores sociales y políticos movilizados que fueron los impulsores del plebiscito), un acuerdo que se tuvo que corregir varias veces, por todos los errores que tenía en su diseño original. Esto les valió una suerte de rechazo, pero que ya se está viendo superado por el actuar en conjunto de ambas fuerzas.
¿Por qué descartó ampliar la alianza con la totalidad de los partidos de la exNueva Mayoría, entendiendo que durante el gobierno de Bachelet caminaron juntos?
No fuimos nosotros quienes descartamos ampliar a toda la exNueva Mayoría de nuestra política de alianzas, sino que fueron ellos, principalmente el Partido Por la Democracia (PPD), la Democracia Cristiana (DC), los liberales, los que declararon públicamente antes de las elecciones que ellos no compartían ningún proyecto país con los comunistas y que eso hacía impensable poder caminar juntos en este proceso. Una posición distinta tuvo el Partido Socialista (PS) y es por eso que a ellos los invitamos a formar parte de esta política de alianza y esto se cae cuando efectivamente el PS trata de obligarnos, sin haberlo conversado de manera previa, a aceptar a los partidos que no querían estar con nosotros, solo como una forma de asegurar cupos electorales y un acuerdo parlamentario que los blindara de cara a las elecciones de noviembre, cosa que para nosotros era inaceptable.
¿Qué propone para el país en materia económica, políticas públicas?
En materia de economía y política, si tuviera que resumir, lo primero es hacer una reforma tributaria que le permita al Estado recaudar al menos un 10% adicional del Producto Interno Bruto (PIB), de tal manera de poder impulsar no solo los derechos sociales que el pueblo demanda, sino también un proceso de cambio en la base productiva a partir de la promoción de la industrialización, la protección del medio ambiente, pero además la superación del patriarcado, con medidas para nacionalizar los cuidados y remunerar el trabajo doméstico.
¿Cómo evalúa el estado actual social del país y cómo se imagina uno mejor, en términos concretos? ¿Es viable un proyecto anticapitalista en el Chile actual?
Bueno, este es el país donde el neoliberalismo se instaló como laboratorio y, por lo tanto, su carácter esencialmente antidemocrático, terminó estrellándose contra la agudización de las contradicciones que el mismo modelo promovió, en el sentido de que al mismo tiempo un modelo que fue capaz de generar tanta, tanta, tanta riqueza para unos pocos, creo mucha pobreza, incertidumbre y necesidad para vastas capas de la población y para una mayoría que fue cada día no solo desilusionándose más de ese modelo, sino que desafectándose del sistema político que lo promovía, en ese sentido, para responder las dos preguntas juntas, creo que no solo es viable un proyecto anticapitalista, sino que, según lo que estamos viviendo hoy, parece ser la única opción.
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