Por Ana Maria Ramb* - 02/06/2021 - REDH Argentina
Roja es la noche, rojo el mediodía. Si yo volviese
alguna vez a Bogotá y cruzara las calles de la Candelaria,
no quisiera oír el torpe tac-tac del tacón militar en el adoquín
ni el disparo aleve que busca el centro del corazón hermano.
Y si fuera a los barrios, bailaría al ritmo del joropo,
la cumbia y el vallenato que invitan al júbilo y el juego,
el cortejo y el placer. Y bebería con gusto chicha y
aguapanela, y un buen tintico de madrugada.
Quiero alzar la mirada y ver el marco de esmeralda
que engarza la ciudad en verde nítido, no ahogado
por gases tóxicos, ruidos, estallidos y gritos
de muerte y furia. No quiero ver sangre ni dolor ni ausencia.
No quiero que la Huesuda persiga el paso de la rebeldía
e intente acabar contigo, muchacha colombiana
que aromas esperanza, ni que te respire en la nunca a vos,
obrero colombiano que rezumas trabajo y dignidad.
Tampoco a ustedes, campesinas, sal de la tierra, desplazadas
por el odio y la codicia, con niños de la mano y en el vientre,
sin hogar y sin destino en un país que es el propio. Y todo esto
para saciar la venganza del poder que se oculta
insaciable tras la máscara infame de “la ley y el orden”.
Que se oiga de una vez la voz originaria de los pueblos
unidos en La Minga, por más de cinco siglos despojados
de tierras ancestrales y derechos
y que hoy, indóciles ante el olvido y el saqueo,
alzan las banderas de la memoria y el coraje.
Conmovidos estamos los argentinos, y sacudidos de ira
por la represión a un pueblo atropellado,
escarnecido e inmolado.
Los abrazamos a todas y a todos, y reclamamos paz,
respeto y libertad para el pueblo de Colombia. Este pueblo,
engañado y traicionado tantas veces, rescata
la memoria de Jorge Eliécer Gaitán, y desde
los rituales más profundos de sus huesos,
resurge de sus dramas ciclónicos, se aferra al derecho
a vivir, y lucha por trabajo y alimentos en la mesa.
Por la libertad y el derecho a decidir qué futuro
y qué presente quiere.
Por el derecho a volver a la canción, al baile y al relato,
a las horas abandonadas al amor y al ensueño.
Macondo existe. Gabo no ha muerto.
¡Fuera las garras de la hermana Colombia!
¡Nunca más!
* Ana María Ramb es editora, escritora, periodista, docente y traductora, integrante del capítulo Argentina de la REDH y una comprometida militante política, con una extensa trayectoria gremial y en la defensa de los derechos de la mujer. Recibió el Premio Casa de las Américas en La Habana, Cuba, entre otros. En 2015 fue declarada Personalidad destacada de la Cultura, por la legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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