Es uno de los principios fundacionales de AUNA Argentina rechazar de plano todo intento de hegemonismo y discriminación por parte de un Estado o grupo de Estados sobre otro miembro de la comunidad internacional, como ha sucedido en la 6ª Cumbre de las Américas, realizada este mes de abril en Cartagena, Colombia. AUNA condena la injerencia de los EEUU y Canadá por haber impedido, una vez más, la participación de la hermana República de Cuba en ese foro. En cuanto a las Islas Malvinas, enclave colonial instalado por Gran Bretaña en territorio argentino en 1833, repudiamos también la negativa de EEUU y Canadá a sumarse a 32 de los 34 países representados en esa Cumbre, en el apoyo al reclamo del gobierno argentino para iniciar una instancia pacífica de diálogo y negociación con el gobierno británico.
AUNA aboga por el respeto mutuo entre las naciones, y por la existencia de una genuina cooperación como factores fundamentales del Derecho Internacional, y de nuestro deseado proceso de integración regional latinoamericana y caribeña, de acuerdo a los ideales de José de San Martín y Juana Azurduy, de Simón Bolívar y Manuela Sáenz, de José de Artigas, José Martí, Benito Juárez, Francisco Morazán, Eloy Alfaro, y de tantos héroes y heroínas anónimos que dieron sus mejores esfuerzos y hasta sus vidas en las luchas por la Primera Independencia de Nuestra América. De los mejores frutos de aquellas luchas pronto se apoderaron oligarquías locales que tomaron las repúblicas nacidas de aquella primera gesta como si se tratara de un botín y, mutantes y miméticas, abrieron con servilismo las puertas a la penetración de nuevas y solapadas formas del colonialismo y de un surgente imperialismo yanqui, que no tardaría mucho en ejercer su prolongada hegemonía en la región. Esto fue tempranamente denunciado por Martí en la Primera Conferencia Panamericana de 1889-1990 en Washington:
De la tiranía de España supo salvarse la América española; y ahora, después de ver con ojos judiciales los antecedentes, causas y factores del convite, urge decir, porque es la verdad, que ha llegado para la América española la hora de declarar su segunda independencia.
Hoy asistimos a una modesta refundación del capítulo argentino de AUNA, en el marco de un nuevo amanecer en nuestros pueblos. Hay concretas realizaciones para la integración y unidad de los países de la región que el mismo Martí eligió llamar Nuestra América, para distinguirla de la que se extienden más allá del Río Colorado, en la frontera norte de México. Somos testigos de un nuevo orden en las relaciones entre nuestros países, basado en el respeto al régimen político, económico y social elegido por sus respectivos pueblos. Es preciso reconocer que impulsan ese nuevo orden gobiernos que están construyendo nuevas formas del socialismo, o que sustentan vigorosos proyectos nacionales y populares.
Estas instancias de integración, de cooperación y colaboración mutuas están llamadas a ocupar el espacio vacante dejado por la OEA, convertida en una suerte de ministerio de colonias de los EEUU. En 2010, 33 jefes de gobierno constituyeron la Celac, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, como "espacio regional propio que una a todos los Estados". A través de la concertación política, se proponen alcanzar la unidad en la rica diversidad de pueblos que sumarían unos 550 millones de habitantes. En 2008, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se fundó como propuesta de integración en lo político, social, cultural, económico, financiero, ambiental y de infraestructura, propuesta que congregó a una docena de países sudamericanos. La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) es una organización internacional de ámbito regional, enfocada para los países de América Latina y el Caribe que pone énfasis, entre otras metas, en la lucha para erradicar la pobreza y la exclusión social, para alcanzar una mayor y más justa distribución de la riqueza, y la total inclusión.
Estas instituciones alientan la confianza de AUNA en que el sueño liberador de nuestros pueblos se plasmará en una Segunda Independencia, esta vez con logros decisivos y continuos en el tiempo, que eliminen toda forma de colonialismo, neocolonialismo y opresión. AUNA brega porque Nuestra América sea considerada y respetada como región de paz. Así, condena todo tipo de bloqueo o embargo como medio para resolver diferencias entre los Estados, como lo viene sufriendo Cuba desde hace más de medio siglo por parte de los EEUU. AUNA rechaza también cualquier condicionamiento a la prestación de asistencia y cooperación que se les brinde a los países que necesitaran ayuda. Y reclama la pronta y absoluta libertad de los 5 Héroes Cubanos, luchadores antiterroristas, hombres de paz, prisioneros políticos del imperio yanqui.
La reciente decisión de no asistir a la 6ª Cumbre de las Américas por parte de los gobiernos de Ecuador y Nicaragua, y la decisión de los demás países integrantes del ALBA sobre no presentarse a una 7ª Cumbre de no ser Cuba invitada, pueden ser el preludio de las exequias de un foro que, una vez más, ha concluido sin suscribir una declaración conjunta. AUNA anuncia que no llorará por ese fallecimiento; tampoco enviará al sepelio una corona de flores.
Mesa Ejecutiva AUNA Argentina
Nita Silvestrini, Presidenta
Jorge Cantor, Vicepresidente
Ana María Ramb, Prosecretaria.