miércoles, 15 de febrero de 2017

Oscar llega a su Patria

Texto y fotografía Ramón Frontera Nieves

Eran las 3:00 p.m., del 9 de febrero de 2017, cuando ya cientos de personas se arremolinaban en emotiva espera… lágrimas de alegría corrían por decenas de  rostros… rostros jóvenes y algunos que por sus surcos, testimoniaban  muchos años de lucha… manos levantadas con banderas mono estrelladas reclamando soberanía Patria y listas a saludar a uno de sus Hijos… sonrisas…  abrazos…gritos…expectativa… regocijo por el logro de una victoria…

De forma totalmente espontánea ciento de puertorriqueños se auto convocaron, en el aeropuerto internacional de Puerto Rico, para recibir al patriota Puertorriqueño Oscar López Rivera. Se había propagado la sorpresiva noticia, que esa tarde, Oscar regresaba a su Patria, por vez primera  luego de más de 40 años de ausencia. Posterior a las 4:30 p.m., Oscar  se bajó del avión junto a su amada hija, Clarisa y su inseparable hermano José. Un avión muy diferente, al que Él se subió, siendo casi un jovencito, para ir a vivir con su familia, al interior del Imperio, Estados Unidos de Norte América.

La noticia de que Oscar, sería trasladado ese día, a Puerto Rico por el Negociado Federal de Prisiones Estadounidense, tomó por sorpresa a sus familiares y amigos. En unos acuerdos de total secreto, se negoció con los representantes de Oscar, el adelantar el regreso a Puerto Rico.  Posterior a las 11:00 a.m., del 9 de febrero, se hacen públicos los acuerdos.

Oscar estuvo encarcelado en prisiones estadounidense por más de 35 años. Su único delito, desear y reclamar la libertad de su Patria, la cual es una colonia del imperio de Estados Unidos de Norte América. Nunca fue acusado por robo, ni por actos de violencia, ni incidentes de sangre. Solo fue acusado de conspiración sediciosa contra el gobierno estadounidense. Estuvo injustamente encarcelado más años que Nelson Mandela.

Entre tanta alegría, casi embriagante… producida por  la victoria de los Puertorriqueños y de una comunidad mundial, que justamente exigía el regreso inmediato de Oscar, a su hogar, los estadounidenses “trataron” de opacar ese bello momento de encuentro. Las autoridades carcelarias establecieron  unas restricciones que rayan en la injusta ridiculez irracional.

Oscar tiene que permanecer en total “bajo perfil”. Desde su llegada a Puerto Rico, no puede ser retratado por la prensa, no puede ser entrevistado, no puede hacer ninguna expresión de agradecimiento, ni manifestación pública, no puede participar de ningún acto público hasta el 17 de mayo de 2017.
Fue trasladado de forma rápida y vertiginosa del avión donde llegó, hasta el automóvil que los trasladó a su destino, el hogar de su hija. Todo esto, con mucho dolor y quebranto de parte de Oscar y su hija Clarisa, para poder cumplir con las restricciones y órdenes de los estadounidenses. El violar o la interpretación de la violación de estas ordenanzas conllevaría su retorno a la prisión.

Esas restricciones y muchas otras más, como no poder reunirse con sus compañeros de lucha, no poder reunirse con ex prisioneros políticos, no poder decir, ni escribir ningún mensaje político, ni de agradecimiento, tiene que tener un grillete electrónico, están limitados sus movimientos fuera del hogar… tiene que reportarse a un supervisor del Negociado Federal de Prisiones Estadounidense. De no cumplir todas las restricciones impuestas, será devuelto a la prisión. Posterior al 17 de mayo de 2017, Oscar estará en plena libertad física.

Ese momento “mágico” de su llegada a la Patria, que tantas noches soñó Oscar y Clarisa… ese abrazo con su Pueblo, que luchó por largos años su excarcelación… ese beso al suelo Patrio… ese grito de agradecimiento, que recorriera los cuatro vientos Caribeños…  ese llegar… llegar y solamente expresar un amoroso agradecimiento a todos… ese llegar enmarcado en un momento “mágico”, los gringos lo “trataron” de impedir…

Su llegada no fue como Él y su hija querían, pero lo importante y valioso, es que el 9 de febrero,  Oscar llego a su Patria. Una gran victoria.

Frente del edificio, en el barrio de Santurce,   donde se encuentra el apartamento, donde reside Clarisa, se han detectado agentes de seguridad estadounidenses.

 Clarisa, ya expresó que no podrán impedir el poder abrazar y besar a su Padre cuando quiera y sin límite de tiempo, como le imponían en las prisiones.

Jan Susler, abogada de Oscar,  explicó que en posterior reunión con personal del  Negociado Federal de Prisiones Estadounidense, se le darán más detalles sobre las condiciones de su liberación. De no ocurrir contratiempos, la familia espera que Oscar, pueda cumplir el confinamiento domiciliario en el apartamento de su hija.
“Está bajo custodia del Negociado de Prisiones. Él, si quiere estar en Puerto Rico, tiene que ser en confinamiento domiciliario. Él tiene que cumplir con las condiciones. Cuando me hablaron de las condiciones, la mayor, aparte además de cumplir con la ley, es mantener un perfil bajísimo”, dijo Susler.
 Pacientemente el Pueblo, ya declaró que está en una celebración pequeña, luego del 17 de mayo, comenzará la gran fiesta y la gran celebración. El grito es que todo el mundo está invitado para llegar a cualquier rinconcito de Puerto Rico para celebrar en grande.

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