Los esclavócratas ganaron otra vez en Brasil. El golpe triunfó. El Senado acaba de limpiar el camino y, sin Dilma Rousseff como estorbo, ya no quedan obstáculos institucionales. Michel Temer puede subir al escenario para cantar a dúo con Mauricio Macri. Sudamérica, ahora sí, cambiará decididamente su rumbo.
Es verdad que Michel Temer ya había emprendido un camino neoconservador desde que asumió como presidente interino, en abril último. Dos ejemplos son la tercerización laboral y la asunción de límites fiscales a la europea, o sea sin miedo a dejar un tendal de víctimas sociales. Pero tras la votación del Senado Temer pasó a ser presidente en ejercicio con mandato hasta el 31 de diciembre de 2018. Así fue que, por golpe, la élite brasileña consagró un tipo de gobierno que en la Argentina, y corresponde subrayarlo porque la diferencia es importante, llegó a la Casa Rosada por voluntad de una mayoría electoral. leer más
No hay comentarios:
Publicar un comentario