Hace unas horas en un día gris en Buenos Aires, recibí un llamado desde Caracas. Un compañero periodista de Radio del Sur me preguntaba sobre Usted en ocasión de su cumpleaños el próximo 13 de agosto, y me salió del alma, algo así como un hombre que ha resultado ser el padre de todos los sueños de liberación, de los sueños de justicia, de paz, de dignidad, de amor por la humanidad. Le aseguro que es muy difícil poder definir lo que
uno siente cuando alguien nos pregunta por Fidel.
El otro día en la embajada vimos una película emocionante.
Ustedes llegando de la Sierra Maestra y lo que vivió Cuba y América Latina entonces. Todos nos emocionamos mucho, especialmente en estos tiempos, donde hemos avanzado tanto y donde hay tantos peligros acechando lo que se ha construido en nuestra América.
Quiero decirle - otra botella mensajera al mar- que en cada lugarcito del mundo,
estaremos brindando por su día, por el pueblo cubano y redoblando la solidaridad con Cuba,
en estos tiempos de las diplomacias de los que siguen creyendo que Cuba debe volver a ser parte
del botín que han esperado toda la vida obtener los autores del proyecto expansivo global del Destino Manifiesto.
De los mismos que admiten que gastaron millones de dólares pero que no se pudo cumplir “el objetivo”, que bien sabemos cuál era, y sigue siendo. Por eso Comandante querido debemos estar más solidarios y atentos que nunca, para que no intenten cumplir “su objetivo” desde adentro.
Y para que no nos dividan en Nuestra América.
Queremos-somos varios- que sepa que nos comprometemos a continuar la solidaridad con Cuba y extenderla en estos tiempos difíciles que vendrán, y que deben encontrarnos más unidos y juntos que nunca.
Usted nos ha señalado el camino con su voz y su ejemplo. Gracias Comandante y un abrazo inmenso en este día.
Stella Calloni
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