La declaración de la Cumbre de las Américas que se celebrará en Panamá comenzó a ser preparada, a principios de Octubre de 2014, en el país centroamericano durante una reunión liderada por la vicepresidenta y canciller, Isabel de Saint Malo, a la que asistieron altos funcionarios de organismos regionales.
En el encuentro estuvieron el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza; la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), Alicia Bárcena; y la directora para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Jessica Faieta.
Dado el compromiso de los estados miembros del ALBA en boicotear la cumbre si no asistía Cuba, el gobierno de Panamá emitió una invitación a la Cumbre. El 1 de agosto de 2014, anunció la invitación a La Habana a participar en la cumbre. El 12 de diciembre, Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá anunció su participación.
La portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki advirtió implícitamente que la asistencia de Cuba de la cumbre sería una burla del espíritu de la Carta Democrática Interamericana. Sin embargo, otro funcionario del Departamento de Estado dio a entender tácitamente que Estados Unidos no se oponía a la participación de Cuba en la cumbre.
Esta Cumbre tiene lugar a 10 años de la que se realizó en Mar del Plata con la presencia de los presidentes de Argentina y Venezuela, Nestor Kirchner y Hugo Chavez, y donde se le dijo NO al ALCA.
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